¿Te gustaría una vida sin juicios, sin crítica y sin vergüenza?
¿Una utopía, tal vez? Optimismo sin límites? ¿Un sueño inalcanzable?
Sí, yo también lo pensaba. Era tan común escuchar a la gente decir "¡no entiendes nada!", "ella es tan difícil", "sí, él siempre ha sido así, solo piensa en sí mismo", y hasta cosas peores...
Sí, "común" era, como por "hábito". Y eso no quiere decir que fuera ni natural ni obligatorio. Tengo una profunda creencia de que todas las personas hacen todo lo mejor posible todo el tiempo, basándose en el conocimiento, las habilidades, la energía y la capacidad que tienen allí y en ese momento. Y luego hemos aprendido a criticar, juzgar y avergonzarnos, y lo hemos practicado durante tanto tiempo que se ha convertido en un hábito. Es más, recibimos mucho apoyo de los políticos, los debatedores públicos y los medios de comunicación. Esta violencia verbal, por lo tanto, se vuelve "común". Y no quieres una vida así, ¿verdad?
Cuando yo descubrí la comunicación noviolenta (CNV), me cambió la vida, como también ha cambiado la vida de miles de personas en todo el mundo. Con la CNV recuperamos lo natural y lo practicamos hasta que sea lo común: una vida sin críticas, juicios y vergüenza. ¿Te unes?
Abrazos, Gert